Víctor Santaolalla y Concha Pérez expli- can los motivos de la posible huelga. A.C. |
El pasado 4 de diciembre comenzaba
una asamblea más en la Facultad de Comunicación de Sevilla, pero no una
cualquiera. En ella se debatiría el porvenir de los exámenes de enero/febrero.
Las dudas dominaron la sesión, tanto por el lado de los estudiantes, como por
el lado de los profesores. De éste último colectivo acudieron dos representas
de Adius (Asociación de Docentes e Investigadores de la Universidad de Sevilla http://bit.ly/1d1yeYu).
Víctor Santaolalla y Concha Pérez trataron de explicar a los estudiantes la
causa de la posible huelga y la solución para que dicha protesta no se lleve a
cabo.
Antes, desde la Delegación de
alumnos se trataron otros temas, cuando el aula rondaba los tres cuartos de
asistencia. Se pidieron más voluntarios para la Junta de la Facultad, con
vistas a que haya más representatividad en ella por parte del alumnado. La
Delegación de alumnos de la Fcom es la que más representación de Sevilla tiene en las redes sociales con 340 preguntas
en Ask y 3955 seguidores en Twitter (https://twitter.com/adius_sevilla).
Y el presupuesto de Delegación aún está
en trámites. Más tarde se trato la iniciativa de una asamblea mixta, entre
alumnos y profesores, con vistas a defender la educación pública. Para ello
existe la “Asamblea Fcom por la educación pública” que por ahora lleva a
cabo los “Martes verdes” a las 10-30, y
a las 17:30 para crear un punto de encuentro y llamar la atención: para todo el
que no tenga una camiseta verde, los kioscos venderán camisetas de dicho color.
Víctor Santaolalla y Concha Pérez,
que acudieron como invitados especiales a la asamblea, explicaron la difícil
situación que atraviesan los profesores y el motivo y las consecuencias de una
huelga que está en el aire. Las principales demandas del colectivo serían la
rebaja de 24 créditos en lugar de 32,
que se mantenga la plantilla, pagos fraccionados de hasta cuatro plazos, aumento
de becas comedor y que el B1 sea
gratuito (en Cádiz ya lo es). Víctor comentaba que la causa de la huelga no es algo
improvisado, alega que es algo que surge del rechazo por parte del Rectorado al
no escuchar las propuestas y reformas que se han planteado desde el profesorado.
¿Por qué los exámenes?, se preguntarán muchos.
Pues porque es la mejor medida de
presión contra el Rectorado. Los exámenes son un derecho, y por lo tanto se van
a realizar, puesto que si ahora se llevase a cabo la huelga más adelante tienen
que dar entrada a esos exámenes. Hecho sobre el que tendrá que pronunciarse el
Rectorado, fijando la fecha y ampliando de forme excepcional el calendario de
exámenes ya aprobado. Santaolalla hace hincapié en que “todos estamos en el mismo barco. No vamos
contra los estudiantes”. Llegado ese punto los estudiantes protestan por la
falta de información y se promete en nombre de Adius que se tomaran medidas sobre las preocupaciones por
la falta de datos.
Aunque la información no llega, y
ante la pregunta de qué profesores secundarán la huelga, la respuesta es nula, 1.028
profesores e investigadores acudieron a la votación sobre la huelga, lo
que significa el 22,81 por ciento de los
docentes llamados a la consulta. No obstante, el 68,82 por ciento de los
votantes mostraron su respaldo a la convocatoria de huelga con 704 votos.
La nota curiosa de la jornada
llegó ante la opción de que se subiera la nota a todos los alumnos para que éstos
optaran a beca, momento en el que el aula se alzó en aplausos y gritos a favor
de la propuesta, algo que, evidentemente, no se plantea desde el punto de vista
ético.
¿Habrá huelga finalmente? Pues
según, Víctor y Concha no depende de los profesores, es algo que está en manos
del Rectorado. Si éste se presta al
diálogo con sindicatos y asociaciones, no habrá motivo para suspender los
exámenes de enero y febrero.
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